Tratando de aceptar los diferentes calificativos que se han expuesto en torno a la crisis del norte de áfrica, concretamente en libia, recojo los que fijo en el titular para configurar una idea real que ayude a conocer el tipo de reacción que se ha manifestado en la gente de libia o individuos libaneses y con residencia en ese lugar.
Para lo que establezco qué ciertamente la connotación de los acontecimientos tuvo como escenario la ciudad de trípolis, en la que se conoció una reclamación social tipo protesta occidental, dónde se reúnen varios individuos en hacer entrega de la propuesta escrita en manifestación pública, lo que es allá una actitud penalizada porque el derecho a la protesta a diferencia que en el mundo occidental, no constituye un derecho.
En principio porque el individuo social no posee por derecho la determinación de Ciudadano; que califica como elemento social con derechos civiles, políticos, económicos y morales (religiosos)
De manera que tal situación obtuvo como respuesta una represión extrema en la que resultó muerto un número de personas, que en su mayoría estaba compuesta por mujeres jóvenes, como igualmente se manifestó en Túnez y Egipto, en la que con anterioridad reciente se manifestaron; pero en esta oportunidad, con un saldo lamentable de pérdidas de vida en responsabilidad al régimen dictatorial de Muamar el Gadafi
En tal sentido es de señalar que la necesidad de construir este enfoque, obedece a la razón; qué en el concierto internacional, no se dejó esperar la reacción del acto que terminó calificado como delito contra los derechos humanos y así sancionado como Genocidio perpetrado en flagrancia contra las personas en el país libia, con el cual; en la sede del organismo Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ONU, se alcanzo a establecer en forma unánime, la expulsión del país del seno del organismo mundial y la demanda contra el jefe del estado por el delito de lesa humanidad ante la corte Penal Internacional de los Derechos Humanos.
Una vez sancionados las decisiones por CIDH países miembros del organismo internacional de la ONU se reunió en plenaria y el conjunto de 189 países que la componen, de manera unánime excepto Venezuela, ratificó en todas sus partes la medida y se amplió con el documento de sanciones que se impondría al país y a los responsables de los actos señalados como delito internacional.
Posterior a esos avances en procura de salvar vida de la gente civil e inocente del país libia, sorprendentemente se establece en forma paralela una campaña para reunir organismos económicos agrupados en la región caribeña (AlBA) para el establecimiento de una postura en contradicción a la tomada en seno de la ONU en torno al caso libia y en nombre de la paz y el amor por la vida de la gente, los integrantes, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, emiten el pronunciamiento con dirección al establecimiento de una comisión que intervenga el conflicto presentado y que logre detener la guerra civil desatada en ese hemisferio, como consecuencia de la intervención de fuerzas extranjeras como Al-Qaida y los EEUU, en combinación con algunos jefes de estados occidentales para repartirse el petróleo del suelo libio. Para así rechazar la invación al estado libio que según esas apreciaciones, soterradamente están preparadas.
Ante tal aseveración la comunidad internacional de manera unísona, en contra posición autorizó acciones de tipo militar orientadas a la ayuda humanitaria para la asistencia y evacuación de las personas extranjeras y nacionales que están afectadas por el conflicto y así el nombramiento de un embajador para entregar la solicitud de intervención de los organismos internacionales en esa dirección.
Quedando de esa forma desatendida, la elevación de la propuesta, comisión de paz, por el grupo ALBA que ve contrario a la disposición ONU, con un calificativo del conflicto, que lo establece de: Insurrección, levantamiento contra el gobierno (guerra civil).
Mientras ONU lo determinó de: insurgencia en el gobierno por insurrección popular por matanza de gente civil e inocente
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