La matica

La historia que a continuación publico en sus capítulos iniciales, tiene que ver con un acontecimiento real, pero la razón de expresarla en este blog, responde a la necesidad de ofrecer una muestra real de lo que promete la narrativa que vive el país al momento actual en la que se desarrolla y con ello resaltar, el ver en ella la importancia de hacer conocer a los que con capacidad de masificarla, una oportunidad para graficar resumidamente el proceso histórico que ahora se escribe y que será fundamental visionarlo para adecuarse asertivamente en el.

Julio César Torrealba R

 

 La matica

Una historia de la vida real, que conlleva ámbitos económicos, políticos, jurídicos, sociales y familiares, donde se desarrolla paulatinamente la trama de un reflejo de la injusticia social venezolana. Relatada por la perseverancia, inteligencia, tenacidad y pasión que se emprende en ella para alcanzar; lo que se convirtió en el sueño de vida de todo aquel que se involucró, técnica y profesionalmente: Ingenieros, Arquitectos, Educadores, Abogados, trabajadores, fueron encantados por la idea de la matica y luchan de manera positiva junto al ideólogo por su realización.  

 

 comentarios

 

- Es la historia de un sueño aguerrido que llevó a cabo un individuo de mediana edad e integrante de una familia de clase media baja, pero con pensamientos y costumbres, de la que el mismo llamó; Los Romanoff latinos, por lo desposeído que eran y lo delicado de sus pensamientos.

- La matica es la denominación política de la geografía donde está ubicado el escenario que él define para la realización de ese sueño que fue perfeccionando, como llaman los sicólogos; por ensayo y error, por asimilación y hasta por  investigación. Y lo hace allí, porque entre otras cualidades que él mismo se atribuye, es la de visionario; una especie de facultad de predecir el futuro por análisis de los acontecimientos, por ejemplo: para la época en la cual él compró 330.80 hectáreas de terreno propio, el kilometro 32 de la carretera el cacao la sierra del estado Cojedes en Venezuela, donde se ubica la propiedad, a 100 kilómetros a la redonda de ese sitio,  no se conoció alguien que pudiera imaginar, que en 20 años como él predecía, ese inhóspito lugar iba a ser privilegiado por la perspectiva turística que él veía al tomar como variable, que la localización contempla una ubicación justo en el centro del país y  forma parte de los llanos alto de Venezuela, con una altura sobre el nivel del mar de 900 a 1350 msnm, de suelo arcillo arenoso con capa vegetal hasta de 80 centímetros en el 70% de su área, agua procedente de vertientes cristalina en nacientes montañosos,  de clima estable entre 23 y 25 grados centígrados todo el año, de corto y fácil acceso con vialidad a todos los centros urbanos nacionales, rodeado de servicios: Educacionales, supriores, medios y básicos, de vocación agrícola pecuario, zona industrial cercana, proyección de Aéreo puertos de carga y otras bondades. Lo grande es; que desde 1987 al presente, aún persiste en la idea; solo con el ingrediente, qué algunos acontecimientos no previstos en el análisis inicial, demoraran en algo lo ya dicho. Lo que lo ha hecho mantener en el Tribunal Supremo de Justicia, una querella contra un acto administrado del estado venezolano que le impidió momentáneamente el camino emprendido, porque cualquiera que sea la decisión del tribunal, bien; favorecerlo en la nulidad del acto administrativo, permitiéndole el desarrollo de la obra o indemnizándolo para realizar el sueño la matica en terrenos contiguos, no afectado por la administración pública. Ella, la matica, es el sueño de vivir mejorando, enseñando, creciendo, produciendo, preservando el ambiente mediante métodos altamente tecnológicos que revisten la realización en la vida. Es la filosofía de vivir en los nuevos tiempos.

- La historia de inicio a fin, se da en medio de una lucha silenciosa, por quien en su cabeza, alberga un poderoso plan a favor de mejorar las condiciones para el logro del objetivo, la matica. Creando condiciones favorables en momentos parcos, bonanciosos y críticos, en los ámbitos en que se requiera la actuación, tales como: Políticos, Jurídicos, Económicos, Sociales y Familiares, en razón de revertir el caos, que amenace directamente la realización definitiva del proyecto y donde la historia que se narra; escenario por escenario, recoge; en partes y capítulos, el relato del desarrollo de cada ámbito, para que converjan en una conclusión que aún se escribe.

                            

Prologo

- Por la barriada en la que se inicia la historia que paulatinamente y en carne viva sé relata, es preciso comenzar este aspecto de la obra, con una salvedad; porque ese integrante de los Romanoff latinoamericanos, como ella, la historia, lo define; crece  junto a cientos de jóvenes qué al igual que él, desarrollan sueños qué en su mayoría, medianamente los llevan a cabo con éxito; pero la de ese desposeído aristócrata, es sin parangón.

- Ciertamente a los 18 años de edad, después de haber regresado de Colombia, dónde por más de seis meses estuvo deambulando por las diferentes ciudades en busca de sus compañeros de viajes, que por circunstancias ajenas a él, se habían dispersado; reinicia el proceso de desarrollo estudiantil rezagado, en medio de un cúmulo de pensamientos e ideas influenciadas por lo observado en los diferentes lugares donde el camino lo fue llevando.

- El parque Nacional de Bogotá Colombia “Enrique Olaya Herrera” ubicado en la parte urbana de la ciudad entre la calle 36 y 39, con carreras Séptima a Quinta, cuyo trazado original se asemeja a un triángulo redondeado en invertido y surcado por caminos que comunican a desembocar en los diferentes monumentos y piletas, fue uno de ellos.

Allí, en ese momento, frente a la alameda central adornada por faroles y bancas qué arranca en la acera de la Séptima y sube hacia oriente hasta desembocar en la torre del reloj, uno de los puntos más característicos del escenario y donado por la comunidad suiza residente en Colombia, hacia 1.954.

Se le daba comienzo a una asamblea de jóvenes latinoamericanos interesados en participar en la problemática socio cultural que generó, en ese tiempo, el agotamiento de la relación medios de producción, modos de producción y fuerza de la producción.

Eran verdaderamente momentos duros y difíciles en el ámbito político gubernamental latinoamericano, sobre todo para Colombia. Y allí, en medio de aquella circunstancia de tensas emociones; por la posibilidad que se hiciera la guerra armada, muchos de los jóvenes presentes hicieron contacto de amistad con él y hasta le llamarón Venezuela, no porque era el único Venezolano, porque el grupo era en su mayoría de colombianos, sino porque en su estancia, jamás paro de hablar de su País.

- Y por ello, ese grupo, de manera paradójica, combina la euforia juvenil, exaltada por los cantos de justicia social, con las ideas de nuestro Romanoff, qué muy particularmente se inclinaban, por el movimiento hippie de la época con el slogan “Amor y Paz”, porque él no tenía nada que ver con lo que estaba pasando en política, era un espectador más, pero como andaba en busca de sus amigos y tenía que relacionarse, su autenticidad no le impedía manifestar elocuentemente lo que pensaba y de esa forma entraba en todos los círculos sociales, aún cuando fuese antagónico.

- Esa y muchas otras experiencias, no muy lay, pero sí un tanto riesgosa, para alguien de apenas 17 años de edad, qué junto a unos compañeros del momento, celebró en un prominente lenocinio de la ciudad de Cali, su cumple año número diez y ocho y otras impresiones, que como rayo de luz forjaron el ingrediente del sabor raro y al mismo tiempo exquisito, de los pensamientos que aprendió en seno de aquella familia; que marcó el estudio y el trabajo formal, como signo de la sobre vivencia.   

Parte 1

Familia

Capítulo I

Pubertad y añoranza

_ Después de haber cumplido los veinte años, haciendo el cuarto semestre de administración comercial en la universidad de Carabobo ubicada en mi ciudad natal, valencia, comenzó en mis ideas una especie de exigencias extrañas, a lo que era mi manera de desenvolverme para el logro de cualquier objetivo; económicos, social, políticos y hasta amorosos.

Es el caso:

_ Llegada las ocho de la noche al salir de una clase de Problema Social, baje las escaleras del edificio de tres piso, donde funciona la escuela de administración, hasta la planta baja, saludando casi taciturno, a todo el que me encontraba a mi paso, hasta llegar al estacionamiento donde colocaba mi vehículo de vieja data, un Opel Comodoro, color rojo escarlata, con vinil negro en el techo, tipo deportivo, que trastornaba mis sentidos; una vez dentro y con el seis cilindro en línea, de pistones de nueve pulgadas resonando, junto al jazz que automáticamente iniciaba en la consola al emprender la marcha. Esa costumbre era parte de mis secretas excentricidades, pero lo nuevo que estaba ocurriendo en mi cabeza, realmente era preocupante, se trataba de una contradicción de lo que había aprendido como valores y principio contra lo que se interponía en ellos y no sabía por qué estaba ocurriendo aquello dentro de mí.

_ De repente, ya sentado dentro del vehículo en la butaca del piloto, extrañadamente sentí un toque con una llave en el vidrio parabrisas, qué hizo; que volviera al presente sin saber, por cuanto tiempo estuve extasiado y, un tanto apenado, alcé en giro la cabeza hacia la ventana del copiloto, levantando la ceja derecha y uniendo los labios, como con agrio en la boca; para ver un rozagante rostro de ojos verdes con una rizada y rubia cabellera, haciendo la señal de saludo con los dedos de la mano derecha y diciéndome; bienvenido a la tierra y en el rostro, de oreja a oreja se me formó una sonrisa, después de leer en la distancia que marcaba la ventanilla del automóvil, eso hermosos labios modular la expresión que figuré comprender y, reímos juntos; mientras la abrazaba después de haberme bajado en un santiamén del vehículo.

_ Esa silueta humana con jeans desteñidos y ajustados a la delicada y sensual figura, me incorporó a mi estatus habitual; porque si se trataba de algo que me llamara la atención, lo de Romanoff saltaba para ganar indulgencia, pero aquello fue mágico, en un instante había transcurrido lo que me traía agobiado, sobre todo; porque cuando supe, qué aquella hermosa mujer había llegado por mí para compartir un café, la mente me giro a la velocidad enésima y cómo qué si se tratara de algo diferente en la vida, me había entregado a aquella invitación.

- Por largo tiempo, entre la risa y la conversación juvenil que desarrollamos, ya fuera de la universidad, en una mesa de una fuente de soda donde asistía de vez en cuando y donde esa noche al compás del resonar del alemán, como llamaba al comodoro, la habría llevado media hora después del encuentro, para entre otras; ocúrraseme preguntarle: será que hay algo en particular que quisieras manifestarme, no por lo de la invitación, sino por la coincidencia que hay entre tu presencia y lo que me ha estado ocurriendo… ¡Ah sí!, dijo la rubia, alzando la ceja derecha que le engrandeció el tamaño de los ojos verdes, tanto, que por varios micro segundos, impactó, tan severamente la atención que le estaba dispensando, qué en recurso, le dije: no lo tomes como incoherencia; parándome de la mesa con el pretexto de buscar el baño y, en un segundo aire; fijándole en su rostro la mirada, le dije; en un momento te lo explico. Ahí, saltándome en evasiva nuevamente el Romanoff, con disimulo y en solicitud de atención, levanté la vista hacia el mesero; quién llegó y me atendió como rayo… Dígame caballero…  Por favor, más café y cigarrillos… En seguida señor; para la dama, ¿con espuma?… Preguntó el mesero… Por favor, le dije… Y, en busca de una mejor oportunidad, volteé con suavidad hacia esos ojos que segundos antes me habían turbado, bañándolos con una sonrisa y una cejuela de ojo pícaro; hasta decir al estilo francés: ya regreso.

- De vuelta a la mesa, totalmente destenso y luciendo una sonrisa de galán de película italiana, le pregunté; te gusta el sitio, ya habías estado aquí… Claro que sí, yo no soy de Caracas, me dijo riéndose Dalila del Monte, como era su nombre… Por lo que le respondí de manera nerviosa: Así es, ¡claro! qué tonta fue la pregunta… ¿Por qué?, me parece normal_, dijo de manera considerada_, pero con la sonrisa en los finos y dibujados labios… Y allí, pensé en voz alta, para en tono preocupante seguir diciendo: ¡vaya!, ahora sí creo que hay que abordar el tema que dejamos antes de levantarme de la mesa o acabará con la conversación… Ah sí_, por qué, preguntó Dalila, para continuar con otra interrogante… vamos a ver… Bueno_, dije iniciar el emplazamiento…  Primeramente porque debo aclarar; qué la pregunta que te formulé no es una picardía, en razón interesada, como entiendo, dijiste con los ojos; porque hablas con ellos… ¡AJaaaa!, fue eso lo que te puso nervioso… interrumpiendo Dalila. Y por un instante hice silencio. Para al poco tiempo incorporarme cómo fingiendo un ser intelectual, porque se me había escapado el control; me tenía masacrado. Y fue entonces, qué colocando el ceño fruncido y ojos de vista penetrante, le dije como preguntando; eres bien observadora, ¿cierto?_. Sí_ respondió. Okey dije y continúe; confieso que tu mirada sarcástica e interrogatoria, me hizo sentir algo impertinente y al mismo tiempo, qué uso la galantería, cómo recurso humorístico que me permita salir de esos entuertos. ¡AJaaaaa!, bandido, nuevamente interrumpió Dalila; casi me lo creo, aún cuando debo decir; qué lo haces extraordinario… Qué cosa…, le dije. Y reafirmó; las mentiras que dijisteis con la sonrisa y la cejuela de ojo antes de retirarte de la mesa, porque tú también hablas ese idioma, por ello entendiste mi sentido figurado… Y hubo silencio de miradas fijas, en simulación de una competencia de poder.

Pero la rompí, diciéndole; no habrá algo más importante que pasar un momento romántico, en un lugar apropiado con alguien como tú y de lo que estoy seguro; qué si está escrito que nosotros lo vivamos; pasará, pero ahora no tiene que ver en nada ello; mi pregunta fue totalmente integra con relación a lo que expresé; “una coincidencia tu inesperada llegada con lo que está pasándome”… Para así decir Dalila: Eso es en serio… Sí, le contesté, pero no es para asustarse, simplemente te hacía la referencia; porque durante días, he estado con muchas ideas encontradas y el momento en el qué me conseguiste; reflexionaba sobre una fijación qué me impidió la atención de la clase en la que estuve antes de verte. Al punto, que tengo la impresión que no estaba allí, digo: mi pensamiento se había ido… ¿Una distracción?… Preguntó.  Sí, algo así, le contesté. Y, continúe; a lo que me refería textualmente en la conversación Dalila; porque la referencia es, qué tu llegada fue como una aparición y perdona el término, es decir; tu presencia, regresó mis pensamientos perdidos en el futuro al presente perfecto.

PARTE 1

La Familia

Capitulo 2  

Tiempo y Espacio

Dalila y yo continuamos frecuentándonos con mayor intensidad, después de aquel encuentro casual; en la que iniciamos la conversación sobre la interferencia a la que estaba siendo objeto. Esa vez casi amanecimos con el tema. Porque a sorpresa mía, lo más que le llamó la atención de la interferencia conceptual que confronta la base de la formación de mi personalidad, fue el aspecto de la resistencia que estaba imprimiendo para evitar que los antiguos parámetros mentales, fuesen sustituidos por los que en realidad no estaba interesado.

En mi concepto, eran intrusos abordando un espacio por la fuerza, invasores invisibles que buscan el dominio de la conducta humana en razón de implantar un nuevo orden de vida, de procedimiento, que semejan parecer, a voces muy dentro de mí, gritando; no les des cabida, pon los en su lugar, échalos del recinto al instante en que se manifiesten y en los últimos tiempo, la presencia era con frecuencia inter diaria.

Todas aquellas elucubraciones sin algún sentido ni dirección era el producto de un desconocimiento total del comportamiento humano, cómo resalta; Sigmund Freud 1856 - 1939 en su obra “La Teoría de la Personalidad”,  que vale la pena resaltar; porque él,  entre otras cosas establece; es la popularidad de La mente consciente; cómo el todo, de lo que nos damos cuenta en un momento particular: las percepciones presentes, memorias, pensamientos, fantasías y sentimientos.

Y, Cuando trabajamos muy centrados en estos apartados, es lo que Freud llamó pre consciente; algo que hoy llamaríamos “memoria disponible”, es decir; a todo aquello que somos capaces de recordar; aquellos recuerdos que no están disponibles en el momento, pero que somos capaces de traer a la conciencia. Y como actualmente, nadie tiene problemas con estas dos capas de la mente; aunque Freud sugirió que las mismas constituían solo pequeñas partes de la misma.

Sin duda aceptaba esa consideración, aun cuando con frecuencia pensaba en los desajustes qué en el pasado inmediato me sometí en aquel viaje a la República de  Colombia y, le doy el nombre desajuste, para llamarlos de alguna forma, porque en realidad; de una manera más avanzada podría decirse, qué tales desajustes, no eran más; que confrontaciones al sistema mental construido por la costumbre o por la manera de observar la forma de permanencia cotidiana.

Concepto que podría verse como justificación al intento de sustitución arbitraria del sistema de valores imperante, pero puede resaltarse con igual precisión contrastándose con lo establecido por Freud.  Y aquí, me permito ampliar la referencia por el interés de graficar la narrativa, en busca que la misma parafernalia coadyuve con el esfuerzo histórico al ser el “inconsciente” la parte más grande de la mente consciente, incluyendo muchas de las que se habían originado allí, en la conciencia; tales como nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos tolerar en nuestra mente consciente, cómo las emociones asociadas a los traumas.

En todo caso; era mi decisión la que definiría lo que iba hacer con los invasores o cómo quieran que se llamen; lo cierto era, que si tenía algo claro, era: qué en mí, mando yo. Porque dentro de mí reside Dios y él al parecer me dio, el libre albedrió.

Por lo que pasé a integrarme a lo diario de mis actividades normales, trabajar en la estatal de teléfono, donde cumplía tiempo en el departamento de programación y control, junto a un grupo de excelentes profesionales qué eran mis jefes inmediatos y los estudiantes que cubríamos todo lo relacionado a la recolección y clasificación de los datos estadísticos a que se refería la importancia del departamento y al mismo tiempo; después de concurrir en horas nocturna a la universidad, asistía en horas programadas a las actividades políticas partidistas qué mi padre me había enseñado, como miembro de la resistencia miliciana de mil novecientos cuarenta y ocho, por la democracia venezolana en Acción Democrática, la organización social demócrata que constituía el gobierno del país para ese entonces y a las actividades propias del momento, deporte, reuniones sociales y algunas diversiones; para relatar como normales, hasta ese momento, la inter relación personal y social a la que había sometido mi vida.   

Porque en lo general, siempre estuve en contacto directo con mi padre, hoy difunto y a quien confiaba lo más mínimo, salvo algunos detalles íntimos, pero lo relacionado a los invasores, como identifiqué; era algo difícil hablarlo con él, ya que era muy práctico; las consideraciones psicosociales no estaban en su interés y la respuesta directa ante un planteamiento de esa naturaleza, no habría duda que hubiese sido: “hay que tener cuidado con esas cosas, porque por menos que eso, más de uno, está en Bárbula”, el sitio en valencia mi ciudad de residencia, donde recluyen a los enfermos mentales.

Total, estaba obligado a mantenerme ecuánime, tenía responsabilidades con lo que me rodeaba y sobre todo; con una criatura que me hizo su papá a los dieciocho años, en plena pubertad; de una inocente chica de cara graciosa y de cuerpo con piel blanca y robusta, con la que jugaba desde niño; como producto, de una relación influenciada por las ideas de sexo libre de la corriente hippie de la época, qué en mí, se habían incrementado con el viaje a Colombia  y, por lo que mi padre me ordenó, reparar la falta moral a la que había sometido a la familia; qué él, junto a su amigo y compadre, Jaime Larrúa de la roca, el hombre quien hoy es el abuelo y vise abuelo de Romelia, Jones y Aroldo, respectivamente; arregló todo lo del matrimonio, qué de manera obediente asistí y acepté, aun cuando al momento no compartí. Pero que hoy afirmo, como un proceder de alta sabiduría.

En línea general podría decir; que gozaba de una salud social, mental y física en excelente condición, para finalizar así; con la valuación necesaria para establecer consideraciones objetivas sobre la batalla que debía enfrentar en defensa de mi estructura mental o sea; de los principios y valores que sostienen la personalidad forjada por las costumbres en la que desenvolví mi vida.     

Preparado en las tres dimensiones (cuerpo, alma y espíritu), cómo me sentía, jocosamente decidí; qué al primer encuentro con los fantasmagóricos, los abordaría, en primer lugar; para reconocer su existencia y posterior: para solicitarles que se identifiquen, porque por mi espacio solo puede navegar los per misado por mi  y al mismo tiempo; que expliquen qué han venido a buscar o a traer y quién los había enviado, en otras palabras; cual es el propósito que traen.

A todo evento, aquella decisión era el mayor de los secretos que poseía, porque los efectos sociales sobre esas luchas, son desbastadoras, en ello; mi padre tenía razón; iría a parar a Bárbula sin tocar tablita, para resaltar un refrán propio de él.

Así qué la estrategia estaba lista y lo que estaba por hacer simplemente era esperar la presencia de esos invasores.

Continuando con mesura mi cotidianidad, atravesé el  dintel del semestre de estudio, para ubicarme libre en el contiguo quinto de la carrera, en el trabajo; me mantenía en el departamento inicial, pero con mayores consideraciones y, en las actividades partidistas; eran algo monótonas pero de muchas relaciones, las que me servían para aprender algo adicional, allí, el trato era de consideraciones muy seria; siempre estaba escuchando análisis del proceso social, en su mayor variedad, ¡claro! no todos eran producto de un procedimiento científico, la mayoría provenía de aprendizaje por ensayo y error o por asimilación y, algunas, muy pocas; eran pero latas de gente interesada en hacerse notar.

Todo aquello, fue transcurriendo de manera asintomática, para definir la situación, como sin algo especial; hasta que entré, en un curso intensivo de Capitalismo versus Socialismo; de esos de cuatro horas que salen en la facultad, en la cual; en la hora introductoria, sentado en la butaca frente al ponente en el auditorio dónde se realizó la exposición; extasié al escuchar de la disertación magistral, qué la concepción marxista sobre capitalismo, es una apreciación justificada en el tiempo y espacio de su concepción, porque en ese momento y lugar, las condiciones humanas estaban sujetas a las decisiones gubernamentales influenciadas por enseñanzas monárquicas recién afectadas por el proceso revolucionario francés, pero no superadas y reproducidas en su fondo por las relaciones establecidas en los modos de producción de los medios de recién existencia, mediante las cuales se priorizaba la defensa de la territoriedad urbana ó propiedad de las tierras, como se hizo en la época de la monarquía por la constante amenaza de los pueblos adyacentes en busca de expansión, en garantía de preservación alimenticia. Y, la condición de vida del hombre como tal, había quedado sujeta a lo elemental y por lo tanto; el marxismo en el mundo moderno en desarrollo, había perdido su vigencia ante el Capitalismo, que viene a resolver el problema del expansionismo colonizante; qué era la materia primaria a resolver del Marxismo, con el planteamiento central: colonial eje capitalista.

Porque es a través de la libre construcción de los modos y medios de producción capitalista y el establecimiento; con la promovida beligerancia por la corriente Marxista, la existencia de una auténtica relación abierta de la fuerza de la producción. Que hace qué la relación social, rescate la prioridad de la calidad de vida del hombre y la convierta en el nuevo instrumento de lucha.

Eso es correctísimo, me decía en silencio, en medio de lo extasiado que estaba, el marxismo es de colección. Automáticamente se promulgaba en mi mente, que trataba de configurar mis ideas diciendo; qué forma tan ecuánime de expresarlo, no podía ni pararme, había estado leyendo todo lo de Carlos Marx y no entendía nada, la cabeza me daba vuelta por lo acelerado de mi mente; que registraba todos los archivos sensoriales en busca de la información que estabilizará un concepto y lo único que me llegaba de manera repetida, era: con un cinco por ciento de lo que escucharé en el curso se rebobinó el dinamo de mi energía; era como que si se había abierto una pantalla de cine dentro de mí; ahora, veía con más claridad, qué lo que le corresponde al hombre actual, es; producir para mejorar la condición de vida, que la discusión sobre el tema; qué brillantemente había introducido Carlos Marx en 1867 cuando público el primer manifiesto sobre Capitalismo, porque los demás se hicieron mediante Federico Engels por la muerte de Marx el 14 de marzo de 1883, había concluido en esos términos; porque el mundo había cambiado drásticamente con el elemento maquina en el proceso productivo y que quienes empujaban en la actualidad contra el Capitalismo estaban en la dirección equivocada, porque la vida había colocado al hombre a escoger entre ser clavo o martillo a raíz del maquinismo en el proceso productivo y en lo adelante; el liderazgo imperante del mundo era del que hiciera más medios de producción.

No me había quedado duda de aquello, y de repente; sentí un profundo cansancio, era un desvanecimiento físico, sudaba frio, mi condición de salud con rapidez se deterioraba, la vista se me estaba nublando y me pare de la butaca.

Como pude, me desplacé hacia la salida oeste del auditorio, había quedado nuevamente taciturno, eran los fantasma que estaban entrando en mi espacio, pero estaba sin fuerza para atender la situación, así que me fui de retirada, aprovechando la euforia del auditorio por la opinión resaltada del ponente y al alcanzar la puerta de salida, busqué hacia los jardines y logré llegar a los bancos de descanso, allí me senté por largo tiempo, no sé cuánto, pero fue bastante y me dispuse a retirarme del lugar, pensando con algo de temor, pero me dije: se me escaparon nuevamente, pero al menos, sé, qué los convoca y qué les interesa. Será en la próxima vuelta.

Parte 1

Familia

Capitulo 3

Desenlace

Recuperado de aquel incidente en el auditorio de la universidad, donde tuve que salir del lugar por la puerta de escape, unos quince días después, Dalila y yo, jugando; quien responde más pregunta en un crucigrama de los que publican en el periódico, nos encontramos con una interrogante, de esas qué conecta inmediatamente con lo que tratas de esquivar y le digo: que puntería  y, saltó la risa de Dalila…  y le digo… Oye, mosca, esto está grave Dalila, ahora ni te respetan, al comienzo, tu presencia era suficiente para encontrar blindaje…  ¡Ah! sí, ni modo, como dicen los cuates; hagámosle adelante…  Y exclamé…. E pale Dalila, eso fue grandioso, metámosle humor al asunto; dime la pregunta…  ahí va, y la lanzó… Nombre del personaje qué enmascarado monta un caballo blanco: ¡el fantasma…  Bieeen, lo dijimos al unísono…  Y regresó la risa exacerbada, para con ello; acabar con el juego de preguntas y respuestas.

Lo que le sirvió a Dalila para en media vuelta, demostrando total seguridad y dominio, decirme: serviré unos refrescos; te parece Juan José? … ¡Ah!... en admiración respondí… está muy bien… Y mientras ella regresaba a la sala con las bebidas, me preparé, porque a papá le escuché  varias veces expresar: “dicen que al oír que una mujer te llama por tu nombre completo es porque viene algo serio”. Y como en efecto, el viejo siempre fue sabio para esas cosas, porque en medio del disfrute de aquella fría limonada, Dalila soltó la perla para amarrarnos en el tema fantasma.

Me enteré por terceros lo que te ocurrió hace dos semanas en el auditorio y supongo que se trató de lo que estuvimos hablando el día que básicamente amanecimos y preguntó… fue así, ¿cierto?...  No del todo, le contesté; recuerda que el día al que te referiste, te dije; que algunas ideas estaban molestándome un poco y en la conferencia, fue el cansancio que me sorprendió y tuve que retirarme, ¡pero algo si te digo!; lo que allí plantearon fue dinamita pura, no tengo palabras para repetir lo que escuché; esas ideas, de las que te he hablado, en gran parte las aclaré en los primeros minutos de la conferencia… Entonces te fue bien caballero… Así es, aun cuando lamento que no pude terminar de escucharla… Qué bien, me alegro oír eso, porque lo que manejaba hasta ahora era que te vieron salir por la puerta de atrás, un tanto cansado, unos 25 minutos después de haber comenzado la conferencia… Y rápido pregunté… También te hablaron de los comentarios de la charla ?… Creo, qué todos los que escuché, decían que los expositores crearon gran controversia y dividieron las opiniones de los presentes, dijo Dalila… Y le respondí… A mí también me pareció… Pero si estuviste muy poco tiempo, continuó preguntando Dalila… Y para enfatizar le dije… Lo suficiente Dalila para cambiar el rumbo de mi vida… Como es eso? Preguntó nuevamente ella… Si, y seguí diciéndole, la explicación fue en términos tan claros, que copié tanto, que me agotó tanta información… Ahí Dalila resaltó… Déjame ver si entiendo, tú me estás diciendo, que lo que te afectó en la conferencia fue el comprender lo que ellos decían… No, fíjate le dije… lo que trato de decir es, que a través de ellos, logré abrir una válvula obstruida en mi cabeza y el caudal fue con tanta presión que me dejó extenuado… Y continuó con el interrogatorio, qué piensas hacer con eso ?…  ¡Ah! Exclamé para continuar Buena pregunta, porque hasta ahora lo estoy procesando. Oye esto Dalila; yo acepto que extasié en esa butaca frente al exponente y presumo, que el impacto me dejó sin aliento, pero lo qué hasta ahora no comprendo es qué significa, por qué en esos momentos  mis pensamientos se van hacia el futuro mediante una serie de elucubraciones, con tendencia a fijarse en ella… ¿Cómo visiones proféticas? Preguntó Dalila Interrumpiendo mi narrativa... Pero continué: Hasta ahora no me atrevo a decir nada, prefiero dejarlas en observación… Y con el afán de aclarar lo que decía Dalila hizo otra interrupción… Supongo que a eso es que le dices fantasma… En parte, le dije… Ahí repreguntó ¿Por qué?  ¿Hay varias fases en el proceso profético?... No lo sé, Le dije enfáticamente, no sé nada y no voy  acelerar con esto, porque a grandes rasgos he pensado que se trata de un quemar de etapas, ósea; lo que llaman madurez, lo que si he fijado bastante es lo de Capitalismo… Y regresó en preguntas Dalila…Como para qué… Entonces respiré y pausadamente le dije… De un tiempo para acá he analizado mi situación… Aja, Y dijo ella en tono emplazante y entonces le respondí de forma categórica.... Bueno, tengo veinte  años, mujer; el futuro que me granjeo es de esclavo tecnificado, un poco como lo ha planteado Marx, porque la educación que hasta ahora he recibido, es para que humildemente entienda que nacimos para el servicio mediante el trabajo, lo que llaman proceso alienante, porque quienes han hecho los medios de producción se convirtieron en la clase dominante; lo que les ha permitido el diseño y ejecución de la sociedad y sus integrantes… Y como asustada Dalila exclamó con una pregunta… Pero a qué viene todo esto… Y sin tener claro nada le dije… Que debo tomar una decisión ahora, ser clavo o martillo… Y en ese instante, mostrándome la palma de su mano derecha y con rostro de asombro, mostrando la dilatación de las pupilas de color verde de sus ojos, dijo suavemente… No entiendo nada Juan… e hicimos silencio por un espacio y después de un respiro le dije avergonzado… Así estaba yo, antes de esa conferencia…. Cómo Dijo Dalila… Y continuó con otra pregunta… qué piensas hacer…  Fue cuando dije sin tener nada claro… Haré una empresa de servicio, para capitalizar con mayor rapidez… Capitalizar qué, preguntó Dalila para seguir con el asombro… Fuerza de trabajo le dije, porque eso es lo que es el dinero, acumulación de fuerza de trabajo en un papel o en las monedas, para intercambiarlo por bienes o servicio, eso es Capitalismo puro y cuando uno lo reúne, capitaliza… Ahí Dalila como aceptando lo que decía dijo… Sí okey, pero debes aprender… Uy! En exclamación le dije… Eso es un lujo, para quien está en la escala “C” de la sociedad en ese sistema social en el que vivimos. Y te recuerdo, que esa es mi escala, y aquí; lo que se impone es tener para saber después… Estás pensando en congelar el semestre… Nada de eso, la empresa que debo diseñar me debe permitir algo más de libertad de movilización, que un trabajo formal, cómo el qué cumpliendo horario, he realizado hasta ahora.

                        

Parte 2

Política

Capitulo 1

Transformación social

Al otro lado del mismo episodio, en paralelo a la inquietud que me caracteriza, sin la menor intención de mis actuaciones, se construye el aspecto sociológico del proyecto de independencia social y económica; que significa a grueso modo, lo que había manifestado a Dalila en la conversación cuando estuve en su casa, porque el proceso político que Acción Democrática adelantaba desde el gobierno, permitía a través de la banca nacional, una relación comercial más amplia de la que imperaba y, aquello significaba; aparte de oportunidad directa de ser beneficiado, la promesa  económica más dinámica y con abundante circulante monetario que hubiese estado frente a mí.

Y yo sabía por razonamiento, que era la oportunidad infranqueable para alguien con mis posibilidades; porque cuando hicieron la cuenta, no había duda, qué quedé, en la lista de los que tenían que esperar que se acabara todo, para volver a comenzar.

Pero tenía un plan, que significa “libertad”; con una estrategia, que era cambiarme para la acera del frente, como dice el burgo al referirse, que no será engañado.

Esa inquietud al momento la compartí con Lino Arocha, un contemporáneo amigo y compañero de trabajo en la CANTV, la empresa estatal de teléfono, a quien en varias oportunidades le invité a inventar algo, porque él tenía una tradición comercial, de la que siempre estaba haciendo gala con la jocosa y agradable personalidad que dispensaba para animar a todo el que estaba a su rededor y del que siempre recuerdo bien, porque aunque jamás realizamos algo junto, a veces pienso, que él para mí, fue fuente de inspiración, aun cuando más allá de las consideraciones de Lino, que eran mera mente comerciales, la razón de estrategia económica de Estado que claramente conocía, es la que me obliga a cambiar de proceder.

Había decidido, dejar de ser un estudiante con futuro de esclavo tecnificado, porque otra oportunidad limpia, como la llamé para diferenciarla de la corrupción, era muy remota.

En línea general, la gente del país estaba complacida porque todo prometía la aceleración de mejorar la calidad de vida, pero en el fondo, la incertidumbre con el impacto social, era totalmente desconocida, por la dirigencia política partidista y por los diseñadores del programa, en razón que el plan gubernamental consideraba una estrategia informativa que incentivaba la población y objetaba las debilidades que pudieran presentarse y al mismo tiempo, evitaba el uso de ellas, a los detractores; como se les llamó a todo aquél, dentro o fuera del gobierno y del partido, que hiciera alguna mención contraria al quinto (V) plan de la nación.

Porque la aplicación de los programas; era como una especie de ejercicio en caliente con la factibilidad del proyecto social ó una empírica posición positivista que a raja tabla, apostaba por el éxito que tendría la idea ó algo así; “como vamos viendo, vamos yendo”. Como dijo a años después Euro Omar Santos, el personaje estelar de la novela, “Por estas calles”, de la extinta Radio Caracas Televisión, la televisora del momento.

Lo que en mí reflejaba inconformidad y esa inquietud me estaba causando inconveniente con mis relaciones habituales al punto, que algunos me hacían observaciones por los comentarios de los allegados y como todo era producto de una visión personal de futuro, tenía que actuar como lo hizo Noé, el personaje bíblico, cuando empezó la construcción de la barca, para delante, asumiendo las consecuencia en estos casos.

Finalmente la anunciada  política de Estado, no se hizo esperar y con contundencia el plan económico se desarrolló a su máximo nivel, la tasa de inversión pública y privada en actividades de todo tipo, se incrementó en 12.3 % y 19.2 %  respectivamente, a consecuencia del aumento del precio del crudo petrolero de 2 $ a 12 $ por barril a raíz de la guerra de Yom Kippur en 1973 al 1974.

Durante largos tres años, la implementación y desarrollo del plan económico, generó el impacto que se anunciaba; política de pleno empleo, con aumento de todas las categorías económicas, la pequeña y mediana empresa se transformó en industria, todas las áreas económicas y sociales florecían aceleradamente.

Y yo, en realidad estaba como muy asustado, porque no me atrevía a hablar con alguien de lo que pensaba, porque me desconocería.

Mi tradición adeca, por ser miembro de una familia fundadora de Acción Democrática e hijo de un miliciano de la resistencia y haber recibido unas de las mejores formaciones políticas del momento, en las escuelas de capacitación y desarrollo del partido, no me daba oportunidad para con objetividad decirles a todos, que el proyecto que se ejecuta posee un error de fondo y el tiempo lo va a develar con gran decepción.

Aparte de lo débil de mi fundamento, no solo por ser producto de un razonamiento bibliográfico, para darle un nombre, sino que a los veinte un años, sin profesión ni oficio definido y más limpio que talón de la bandera, como dice el refrán popular, me aseguraría un puesto en Bárbula donde con camisa de fuerza me hubiesen llevado por orden de papá.

Estaba atrapado junto a todos, pero a mí me dolía, porque sabía que le estábamos dando un poder a quienes en el futuro mediato se volverían contra las buenas intenciones de quienes apoyaron el plan y el pueblo, más temprano que tarde, conocería un nuevo amo, mandando con mercenarios tecnócratas detrás del gobierno popular.

Ante esas consideraciones llenas de profunda impotencia, de vez en cuando, me refugiaba en el hogar de Magali Sánchez Tovar, quien era mi novia desde que yo contaba los diez y ocho años y ella de apenas 16;  quien con la belleza juvenil en su piel y en la hermosa negra e india cabellera, vivía en una casa de construcción frágil, ubicada en una zona popular sin clasificación social de la misma ciudad en la que  me levante. Ahí ella con su madre y sus hermanos: cuatro hembras y tres varones y a quienes les di un lugar de alta relevancia en mis consideraciones; porque atraves de esa intensa y apasionada relación con May, como le llamé siempre, conocí un grado de humildad; que poco se resalta en la vida social cotidiana, pero aparte de ello, por la visión ciudadana que habían desarrollado para el alcance de sus objetivos mediante la preparación académica, a pesar de las limitaciones económicas que en lo general los abordaba, con la cual; en el tiempo todos alcanzaron un respetable grado de profesionalización y ello para mí, en secreto era un ambiente real de lucha, digno de respeto y consideración y por supuesto, el refugio perfecto para levantarme de mis avatares ideológicos.

Allí, las estancias prolongadas que me permitían en diversión sana; compuesta por música variada, baile, juego de mesa y la conversación de tópicos nutridos y enriquecidos con humor sutil y sencillo, pero de altísima y veraz información; con reserva cada oportunidad me funcionaba, como cuartel de invierno napoleónicos. Porque me dejaba la sensación de haber quedado destenso y a la vez ilustrado, sobre todo; cuándo entre mis amoríos salerosos con May, me tocaba compartir con Luis, el hermano mayor de Magali, quien en su proceder siempre le notaba la inducción de una lógica matemática, que se lo atribuía a su condición de casi ingeniero y no, de cualquier escuela, sino la de la Universidad de Carabobo, que siempre gozó de un altísimo prestigio en el país y el mundo.

Ese retiro voluntario, sin lugar a duda enriquecía mi alma para la fuerza que invertiría en el trajinar de hacer realidad, la paradójica visión de emerger de aquella diabólica trampa que significaba el V plan de la nación, ósea; era preciso el encuentro conmigo; porque había que revertir el proceso utilizando la misma fuerza y el mejor punto de inicio era dentro de Acción Democrática, para aplicar, lo que en estrategia podría llamarse, el proceso de la inversión de la fuerza, cuya base programática debía estimarse con alcance a veinte años.

Era toda una locura Psicótica, el permitir fijar ese empeño en mí que hacer político, porque no estaba planteada semejante empresa. El manejar ciertas ideas, no significaba que debía sentirme comprometido a convertirme en una especie de salvador anónimo, pero si no lo intentaba, tampoco tendría oportunidad de escape con la idea de hacer mi propio medio de producción; porque cuando alcanzara la fuerza de convertir el modo del medio para competir, ellos habrían alcanzado un nivel, que cualquier intento fuera de su radio de control, no encontraría mercado que sostuviera la iniciativa. Por lo que la cosa, estaba planteada en una carrera contra el tiempo, por lo que esperar, era permitir terreno.

Parte 3

Económica

Capitulo 1

Libertad en proceso

Como todas las inquietudes apuntaban, hacia señalar que la independencia de acción estaba en la defensa de las garantías económicas, la postura indispensable (sine qua non) de construir una empresa, en razón de promover el medio de producción que garantiza la libertad; la asumí como un dogma de lucha, y entre cada quien, qué el camino me colaba, le formulaba tal necesidad.

En casa; mis hermanos, mamá y papá, me escuchaban con detenimiento sin expresarme algún por menor… Excepto papá, qué me agarró en una oportunidad, después de haber hecho gala de todas mis habilidades para esquivarlo; pero de repente me abordó… Se requiere Capital para emprenderse solo… Papá… ¡Ah! te sorprendes…, me lanzó esa recta de humo, para utilizar el dialecto beisbolero en hacer ver que me sorprendió. Y le dije: Tranquilo papá, lo sé y estoy trabajando en ello; pero primero lo primero… Como es eso…. Dijo papá.  ¡Aja!, por favor, ponme atención; la información que tengo, es qué se debe constituir la plataforma, es decir; un soporte legal que te dé vigencia, actualidad…. De qué hablas hijo, ¡oye bien!; antes que existieras, traté de iniciarme en varios negocios y la razón por la cual no tuve éxito, se debió al haberme iniciado con bajo capital, así qué la vigencia té la da, el dinero contante y sonante…. Y tienes razón viejo, eso es la pura verdad, pero ahora hay una figura comercial, que no estaba en tu tiempo, ella legalmente puede hacer que tu acceses directa o indirectamente al mercado de capitales que trabaja con papeles; que en los bancos, se cambian por el dinero del que hablas…. Hijo, en que andas tú y adonde crees que te llevarán esas ideas…Estoy en la de constituir legalmente una empresa, en razón de encontrar la vigencia comercial y accesar como te expliqué, en el negocio de la construcción… Y que sabes de eso…… en realidad nada, pero no te apures, porque ello no es fundamental, la idea es contratar a los que saben bajo la estricta supervisión y coordinarlos para que hagan el trabajo, ante quien de manera directa lo requiere… Un intermediario… Así es, lo has dicho perfectamente, la intermediación se convirtió en un negocio en el país, es como se ha diseñado la nueva relación comercial en la ley de comercio, esa figura permite al inversionista, como denomina la ley al que tiene el dinero, bien sea público o privado, mover los capitales aceleradamente y hacia allá tienen que dirigir los esfuerzo los que estamos obligados a acelerar la capitalización… ¡QUE! ¡QUE!, muchacho barájame ese tiro y dime; por qué estás obligado a conseguir dinero, porque a eso, es a lo que te refieres ó no…. Sí, en línea general es así, pero esto es bien complicado de explicártelo y requiere de tiempo para hacerlo; si te parece, el sábado que viene, nos reunimos e invito a los amigos con quien he estado hablando de la idea y así ellos me ayudan a enfocar mejor el planteamiento, porque una cosa es entender y otra es poder comunicarlo, tú sabes que es así, verdad?… Si claro…. Bien…, ahora discúlpame pero debo atender algo importante, me permites… Anda tranquilo hijo… y me apuré a moverme, para lo qué; después de asearme, cambiarme de ropa y por supuesto; saboréame una arepita hecha por mamá, partí en el alemán, full jazz y gasolina, para ir en busca de un amigo que me habló qué su papá podría orientarme.

Ya, en el camino, la mente me jugaba pasadas, cada vez me estaba metiendo en lo que había visto mientras hablaba con papá, porque resulta, que observé que mamá y mis otros hermanos, mantuvieron fijamente la atención a lo que decía; como tratando de encontrar en mis palabras, sentido de propósito y, me provocaba risa, porque sabía, qué no les faltaba razón al ser lo qué hablaba con papá, apenas el abre boca de lo que traía en mente y ellos me conocían bien, sabían que detrás de lo que había planteado estaba una gran sorpresa.

Allí me dije; Pero cada cosa a su momento, después hablaré mejor con mamá, ahora me ocupa la constitución de la empresa y de ello no tengo mucho conocimiento, por eso iba en busca de boñe, como le decíamos a Isaac Peña; compañero de trabajo, de estudio y de parranda; para mí él era el mejor, lo de él estaba concentrado en el mejoramiento personal.

Recuerdo que después de haberse leído el libro de tu zonas erróneas, de Dyer, W Wayne, me lo comentaba con sicosis, hasta que me recomendó que lo adquiriera y lo hice, después era para nosotros una diversión, constantemente estábamos haciéndonos critica por contradecir a Wayne.

Bien, después de unos veinte y cinco minutos en trayecto, llegue al sitio, un lugar de la periferia del centro de la ciudad, llamado la pastora; mejorado gracias a la apertura de una avenida intercomunal que comunicó, los sectores aledaños con los privilegiados, que recién habían inaugurado. Tanto fue la mejora, que me permitió estacionar el comodoro frente a su casa, porque antes de ello, tenía que dejar el auto y caminar unos metros.

Al bajar; una de las dos hermana de boñe, la menor de ellas, hermosas ambas, pero vi la que tenía un aire a boñe, boñita como le decía entre mi; estaba en la puerta de entrada, por lo que al acercarme, le saludé con un abrazo y un beso en la mejilla y de inmediato, me invitó a pasar a la sala contigua de la entrada de aquella humilde y hermosa construcción; era un hogar bien agradable, allí esperé sentado en unos muebles de fino talle al estilo Luis quince, con un tapis bien delicado porque era como gamuza, pero más delgado y al cavo de apenas, unos cinco minutos de estar presente, con elegancia señorial, se acercó la señora Peña, la mamá de mi amigo y con un abrazo, nos saludamos para inmediatamente decirme, en un momento se acerca Isaac, él me dijo que te pidiera lo esperes un minutito. … ¡Claro que sí! … Entonces voy por café que lo acabo de colar y está gualloyito. … No se moleste mi doña. … ¡ay! no me digas así, hazlo como mejor te agrade, pero de esa forma. … Bueno, la interrumpí, lo voy hacer, se lo prometo. … Entonces, en un segundo té traigo el café…. Me dijo sonreída.  Y partió para la cocina.

Mientras; observaba una marina en acuarela que estaba guindada en la pared, a mitad de la sala donde aguardaba a boñe, con una tonalidad de azules que iban en degradación demarcando el profundo horizonte, con el tras luz solar, del mar, el cielo y las nubes, para confundir las suaves arenas con una tenue tonada de asentados grises, en sensación de un plácido atardecer, que envolvía a lo lejos del palmar, una silueta femenina en evanus cubierta con sutiles mantos de seda blanca, que la brisa del mar, con elegancia dejaba apreciar la delicada piel tostada de sus hermosas y torneadas piernas y brazos rosa gados; deleitándose, casi en levitación, el hermoso paisaje que recoge Mujica en su obra “Libertad”; delimitada, por una montura en madera escarpada al estilo rococó; que indudablemente, hacía un juego agradable con toda la hermosa decoración.

Allí, muy cerca de mí, escuché a la señora Peña cuando traía el café y volteé en giro para decirle; que agradables eres mamá, tienes una casa exquisita. … ¡Hay! eso sí me gustó. … ¡Bueno!, en lo adelante, así lo haré. … Ven, tómate el cafecito, que boñe ya viene, pero siéntate y cuéntame, como van las cosas. … Muchos proyectos, ahora me trae uno; por lo que días antes le dije a boñe que vendría, porque el señor Isaac su esposo tal vez me indique unos pasos, que tienen que ver con la vigencia de la idea que traigo… Vaya, suena como muy interesante. … Ah sí, yo también lo creo, porque me trae de cabeza; cada vez estoy aprendiendo algo nuevo, voy a tener que buscar otra cabeza para almacenar tantas cosas. … e Isaac también está interesado en lo que andas. … No me lo ha manifestado con interés de participar, es probable que no lo haya visto aun, porque si me pide qué se lo explique, le digo, que no lo sé hacer. … JA JA, con bastante risa la señora Peña prosiguió diciendo; que cosa tan buena, ¡oye!, ya están aquí. … Y me paré de la butaca de un tirón… Hola Juan….  Pronunciaron al llegar, en señal de saludo. Isaac, señor Peña, buenas tardes…  Tranquilo hijo, siéntate y ponte cómodo, estás en tu casa…. Gracias, señor Peña…. Nos disculparás la demora, porque me retrasé y me agarras tés en el baño….  No hay problema Isaac, si te cuento como me atendió la dama más hermosa de esta casa, pensarás que me confundió con el conde de Otranto…  Ajaa, le gusta a José Fouché… ¡No! Bella dama, eso es solo un decir… “Coas, coas, coas”, pronunció en señal de molestia de la garganta el señor peña, lo que capté como pretextó de interrumpir,  porque tal vez le pareció impertinente el comentario que acababa de hacer ya que en énfasis continuó diciendo:…  Aquí, ella nos ha encantado todos estos años… Ya lo creo señor, le contesté mirándole a los ojos al señor peña, quien con disimulo, dibujando una sonrisa en su rostro, antes de voltear hacia el lugar de su amada, sentí que me hacía saber; qué todo quedó entendido al mismo tiempo de extender la mano para estrecharla a la de ella. Y se tomaron, en decir…  Vamos a haber Juan, entonó el señor Peña para continuar; me decía boñe que traes un planteamiento…  Sí señor…  ¡Bueno!, toma el toro por los cachos y hecha para fuera lo que traes entre manos… Así es señor. Pero antes, como relámpago, con una sonrisa que dirigí a los rostros de boñe y al de la dama soñada, busque refrescar, lo que pudiera llamarse en tauromaquia “en bajonazo” que presumí, en continuar sin elocuencia diciendo; resulta que ando interesado en constituir una empresa comercial, en el ramo de la construcción y requiero de alguien que me indique y si es posible me diligencie lo necesario para la legalización…  Aja. Y tú quieres que yo me encargue de eso, me emplazó directamente… Así es señor… Bien, si traes contigo los documentos que se necesitan, me los dejas y si no, me lo haces llegar ó me lo traes cuando esté a tu alcance y asunto arreglado… Qué bueno señor, pero será que usted me dice sobre sus honorarios…  Sí, nada, Ja Ja Ja, perdóname la risa, pero es que aquí no se le cobra a la familia… Así es, hijo, estás exonerado de por vida… Qué bueno mi dama, eso me sonó bien y junto a la sonrisa de su rostro  lo veo muy sincero, pero eso tiene unos gastos, que no puedo aceptar que los paguen… Tranquilo Juan, ya te diré cuanto serán, primero lo primero, así que asunto cerrado y toma la lista de los documentos que requieres… Está bien señor, así lo haré… En ese caso, me retiro, así que, buenas tardes Juan, no dejes de venir… Y yo aprovecho también para hacerlo hijo; que estés bien… Y de pie frente a ellos, con aprecio les dije: Mi dama, mil gracias. Señor peña. Y con abrazos fraternos se despidieron… Que te pareció Juan… Mejor no pudo ser amigo, pero tu tú vistes que ver en todo esto boñe; no es así… En parte, pero ya tu sabes cómo son los viejos contigo, apenas le dije que venias y estaban pendiente para agradarte… Qué crees tú, que me los levanté… Así es… y reímos… Bueno papa, ahora me voy, tengo que arreglarme, nos vemos en clase… Okey, te acompaño a la puerta, y en abrazo nos despedimos.

Parte 2

Política

Capitulo 2

Rebelión

Los acontecimientos sociopolíticos del momento, hacían en el País; los estragos avizorados en los razonamientos que había concluido en la postrimería del segundo año del primer quinquenio de gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez.

Para 1978 la fuga de capital era como el desprendimiento de una arteria del cuerpo humano, porque quienes encontraron camino en la planicie bonanciosa de la económica nacional, trasladaban por placer y por adquisición de bienes y servicio, el dinero fuera de nuestras fronteras.

Poco a poco se estaba adelantando el saqueo de mayor cuantía en todos los tiempos; que posteriormente, fue estimado por el Banco Central de Venezuela desde 1979 a 1983 en 30.000 millones de dólares, ante la impasible mirada de las autoridades, que la consideraron oportuna para aligerar las presiones inflacionarias; lo que marcaba, una época de recesión a muy corto plazo, como consecuencia de problemas en la balanza de pago con la cuantiosa deuda externa; estimada hasta 1978 en 11.000 millones de dólares, como también; en la caída de la tasa de crecimiento del PIB al 2.8 % al 14.8 % en la de inversión pública y en la del sector privado al 10.6 %; qué siendo el compromiso con el exterior por servicio de deuda de: 20.000.000 millones de bolívares, se genero fuertes déficits en el País, qué no pudieron ser corregidos; no obstante, el alza de los precios del crudo a 32.8 $ el barril a consecuencia de la caída del Sha de Irán entre 1979 y 1980.

Era un panorama pavoroso para alguien que tenía una visión clara de la situación real y a la vez se desenvolvía en el ambiente contradictorio; que provocó en Diciembre del 1978, la salida democrática del partido Acción Democrática del gobierno Nacional. El pueblo había decidido salvarse por su cuenta, la tecnocracia de Gumersindo Rodríguez, Ministro de la económica e ideólogo del plan, había sido relevada.

Provocándose en Acción Democrática vientos que avizoraban nuevos rumbos. La derrota del candidato presidencial Luis Piñerua Ordaz, dio paso a corrientes internas de pensamientos de mayor amplitud, las bancadas legislativas del partido, también reducidas, pero con vocación democrática, se conformaron en las diferentes posiciones, de acuerdo a la tradición política que le correspondiera en el congreso nacional, en el permitir; el ejercicio gubernamental democráticamente electo. Para posterior, reordenar en coordinación con el nuevo gobierno, la estructuración del resto de la institucionalidad que le correspondía al poder legislativo.

Mientras transcurrían el acomodo del nuevo proceso político gubernamental y el partido Acción Democrática revisaba los cuadros partidistas mediante un proceso abierto de convención estatutaria, encontré en la oportunidad, una posición interna para la lucha, que me llevara a ocupar un espacio dirigente, mediante el cual, mi voz; dentro de el escenario de las tomas de las decisiones, llevara con mesura el llamado de atención y de manera objetiva, comenzara el adelanto del plan que estaba definido en los diferentes ámbitos de la convivencia ciudadana.

Y con los avatares del tiempo encima, finalmente al inicio del nuevo proceso político, había logrado ubicarme dentro de la organización, en una posición media; la convención política me permitió una jefatura municipal y la permanencia en el buro Juvenil regional en Carabobo, en los cuales desarrollé una posición diligente, dentro de la disciplina partidista con orientación hacia la aclaratoria de los errores que nos condujeron a la derrota electoral, con el objeto de avanzar en la motivación que abriera la discusión del alcance del V plan de la nación como flagelo pernicioso del desquiciamiento de la conducta partidista.

Estaba seguro que de encontrar una brecha que motivara la apertura del punto, podría llegarse al entendimiento; que las buenas intenciones se torcieron por los elementos no previstos, ni en el plan, ni en el partido y menos en la ejecución del mismo, los cuales se resumían, en la distracción por las bondades del poder, reflejada ante toda la dirigencia media y local, así como en el electorado, por la clase dirigente que tuvo en su responsabilidad el ejercicio de implantación.

La idea era clara, asumir una posición institucional que de manera sutil hiciera entender; que la discusión del tema,  era más que importante para la vigencia del partido y de sus partidarios.

Convencido de lo que asumiría y de sus consecuencias, me dispuse a iniciarme con papá en la discusión, era por allí que debía comenzar, el también era un dirigente del partido, aun que muy disciplinado para entrar donde no lo habían llamado, él se consideraba todo un miliciano y de la corriente perecista.

Tal vez, la misión que me había auto dispuesto estaba impulsado por mi fragor juvenil, pero no encontraba salida, me era imposible vivir en dos mundos y quería intentarlo, conocía bien al partido, también a su dirigencia. Si lograse llevar el planteamiento sostenido en la posición institucional, la controversia se mantendría lejos de la moralidad, dónde podía cometerse errores insalvables contra los valores preestablecidos e irremediablemente se perdería el control y las consecuencias pasaban a la categoría impredecible.

Bueno, tenía que hacer algo conmigo, pero debía pensar en los demás y llegó el momento de hablar con papá, ya previamente había adelantado algo de la conversación para fijar el momento en que concretamente abordaríamos el tema y en casa, aprovechando un asueto en que todos, menos papá, marcharían de vacaciones, como era la costumbre; a eso de las cuatro de la tarde, después que él cumpliera con sus oficios y preparara café, nos sentamos para que me escuchara y lo hizo con detenimiento, durante largas dos horas estuve hablando y en momentos en el que hacía pausa para servir café o atender el teléfono, le veía una postura; era como la de los detective de las películas policiacas, con excepción del borsalino a medio ganchete, pero lo demás; posición de las manos, cruce de pierna, mirada fija y el silencio helante, me daba la impresión que su respuesta iba a ser inquisidora, claro, no aspiraba manipular a papá para que me apoyara en mis decisiones, por el contrario, lo que deseaba era una respuesta fría, objetiva y sobre todo solidaria y así fue; terminado mi exposición, se paró y me invitó a hacer unos espagueti y continuamos hablando, pero de espagueti, de salsas; a lo que en cada segundo me extrañé verlo en esos menesteres, pero hice silencio, porque no sabía si estaba siendo grafico ó era una cualidad que le desconocía y en cuarenta y cinco minutos más tarde, teníamos los espagueti más horribles que había visto y de los que estaba dispuesto a comerme; pero no fue así, al sentarnos a la mesa, me preguntó; qué te parecen mis espagueti… Bien, perfectos, le contesté…  Y me observó con detenimiento y me dijo; eres muy considerado, pero sabias qué es la primera vez que hago unos espaguetis… Si, pienso que sí, siempre hay una primera vez, continúe diciéndole… Así es, siempre la hay, pero para mí, no habrá otra haciendo espagueti, así que botemos esta cosa y vámonos a comer fuera…  Y me provocó una risa espantosa…. Está bien, le dije…  Y reímos de la loquera.

Allí, me dijo; te invitaré y preguntó, dónde quieres ir… Qué te parece espagueti…  Así es, espagueti, ya conocerás unos verdaderamente italianos... En el trayecto dentro de su Toyota Land Cruiser, techo duro, de última generación, con un color verde aceituna, tipo clásico; de los que se usan sin accesorios adicionales, a 25 kilómetros por hora, como era su velocidad habitual, me dijo: la respuesta que voy a darle a tu planteamiento, es la misma que le dimos a los espaguetis que preparé; la sustituyéremos por otra… como es eso papá… Muy fácil, buscaremos la forma que te sientas mejor haciendo lo mismo, por ejemplo: con los espagueti; conseguimos otro sitio, otro cocinero y aseguramos que serán unos espagueti de verdad, eso es todo; a tú inquietud le daremos otra receta, porque así, como evité que te comieras algo que te haría daño, cuando botamos los espagueti, tú harás lo mismo con tú inquietud; evitarás que alguien salga dañado con lo que harías… No me apoyarás, te parece toda una loquera… Jamás digas eso, somos un equipo, ahora lo estoy haciendo ó no… Si claro… Nunca permitiré actuar de manera individual, junto a mí, porque los riesgos los asumen todos, ese es el secreto de compartir, le daremos la vuelta; entendí tú planteamiento y no creas que estoy lejos de esas ideas, lo que no quiere decir que conspiraré contra las reglas y menos contra alguien por haberse equivocado, Pérez es un buen hombre, alocado para algunos, enérgico para otros, bien o mal el País necesitaba algo que lo moviera, el proceso de desarrollo era lento con relación a los otros países, el bum petrolero tenía que servir de algo, aun que haya sido para equivocarnos, porque como estaban las cosas, básicamente detenida por el conservacionismo que la clase dirigente le imprimió, era preferible lo desastroso que está ocurriendo.

Por ello Piñerua no alcanzó la presidencia, la gente vio a Luis Herrera más dinámico y menos enrollado, el discurso de Piña, lo relacionó con los ejercicios de Rómulo y Caldera, que pertenecen a un estilo superado, el dinamismo es lo actual, el mundo cambió, los bancos centrales son los que movilizan el dinero, lo mercados de capitales, los papeles y otras que no pueden entrar en las cabezas cerradas y la gente lo sabe… Vaya, me has dejado estupefacto con ese discurso, realmente crees en eso… No lo sé, pero eso puede que sea el discurso que se opondría al intento de cargarle la responsabilidad del descalabro electoral al programa de gobierno de Pérez… Si claro, la postura política, el pragmatismo puro y ahora más que nunca; cuentan con todo el dinero del mundo, deben tener un proyecto de retorno… Así es y aplastarán al que se atraviese y no quiero que te frían en aceite… Entonces el gran perdedor fue Piñerua. Pertenece al pasado, pero el partido aun no ha pensado en eso, en la jubilación de su dirigencia… Como archivarlos en un escaparate… No pensaba en eso, siempre he creído, que en la sabiduría hay un gran poder y el hombre en los últimos tiempos lo ha olvidado, ahora se cree más en el dinamismo… Hubieses preferido a Piñerua que a Luis Herrera… Que va, aun cuando es de suponerse; pero es que el gobierno de Herrera tendrá pocas posibilidades, la deuda externa lo dejará como el político que perdió el tiempo, que lo que hizo fue buscar el mono de la deuda, porque era una fantasía y con ella engañó al pueblo…. Y si no paga… Entonces pasará como el verdadero ladrón, porque esos compromisos hay que horrarlos, sino, se complican las cosas…. No le das futuro a ese gobierno; es como si pensaras, que Pérez y su gente dejo todo minado para regresar… Claro que no, el gobierno de Pérez hizo un ejercicio expansionista, abarcó todo de un solo tirón y el que viene queda obligado a sostener la carga que los espacios alcanzados requieren, por eso era importante que Acción Democrática se mantuviera en el gobierno y Piñerua era el hombre perfecto… Pero ello no le daría espacio al retorno de Pérez… Es probable, pero ni Pérez, ni Piñerua entienden la política desde ese punto de vista del sacrificio… Bueno papá, por lo que hemos hablado, creo que me inclinaré por esperar a que los acontecimientos se desarrollen… Bien pensado, porque soy de los que creo que en política lo que hay que hacer es trabajar esperando el día que a uno le va a corresponder, que puede que no llegue de la manera que uno aspira, pero algo llegará… Tremenda conversa papá, ahora le entraré a esos espaguetis cómo el demonio de Tasmania… Ah sí, y yo también, ya estamos llegando.

Era unos de los sitios tradicionales de espagueti, el restauran Roma, ubicado a pocas cuadra de la plaza Bolívar, de corte clásico y de atención personalizada; los esposos italianos de toda la vida atendiendo la clientela permanente, que agradable, era el estilo de papá, nada de opulencia.

Después de saborear lo que si eran unos espaguetis, en el mismo lugar, me encontré con Magali a quien previamente, le había llamado al llegar al restaurante, con la idea de acompañarnos e ir al cine; esa tarde iban a dar una película de estreno, para así junto a May despedirme de papá extremadamente complacido de aquel encuentro… Pero dejaste tu carro en casa, hoy caminaré, nos veremos más tarde. Chao…. Arriba derchi, me dijo en grata sonrisa. Y partimos

            

 

                                                                   

 

PARTE 1

FAMILIA

Reflexión

                                     Camino real

Después de todos aquellos episodios, que suponen la conclusión de un ciclo de vida, entre lo que pensé sobre la forma de orientar la vivencia, hasta el momento de aquella conferencia en la facultad donde hacía vida estudiantil y con lo que se le dio el punto de partida al número de ideas que me llevaron por el camino adverso a lo tradicional; que en lo adelante marca el ritmo de lo que termina formándose como lo llaman los psicólogos, la nueva estructura mental del procedimiento social, económico y político, con la que me relaciono en lo adelante.

Entendía que estaba manejando una visión muy distante de la realidad social que me había correspondido, la que corroboraba a cada instante que me topaba con los comentarios que resaltaban los que a diario frecuentaba, esos que generalmente se hacen entre amigos, como el sub-rayado de las ideas asertivas que se colocan en los momentos de estrecha conversación. No me incomodaba pero tampoco me hacía gracia que se me señalara de esa forma, porque la inteligencia como la entendía no tenía nada que ver con la forma como se hacía ver con esos comentarios, porque sabía que la facilidad de conocimiento para algunos tópicos por supuesto determinaba una inteligencia en ello específicamente, pero estaba consciente que el saber no depende de la capacidad de racionamiento, sino de la observación y ahí sí que era bien difícil entrar en la discusión, por lo que prefería que todo continuara sin ahondar en temas que ni siquiera podía explicar, no porque no lo comprendiera del todo, sino que no tenía el lenguaje apropiado para adaptarlo a la explicación, no había logrado definirlo.

En fin esa es casualmente la historia, la forma de transformación sociológica con la que hice en lo adelante una vida que me  condujo a la asimilación de los acontecimientos en la medida que se iban presentando