El Quinto Sol
Fortaleza y templanza las virtudes de quien asume su
ser universal
Como parte del universo, cada existencia posee un
ser universal, con la que debe identificarse cada elemento para construir una
relación integra en el proceso de evolución natural.
Los humanos, agrupados en sociedad, desarrollan un hábitat
para la permanencia de la especie en los ambientes universales, a objeto de
formar el cuerpo biológico, el etéreo y el espiritual, con los que se integrará
al proceso de evolución universal; que está enmarcado, por leyes naturales
rectoras.
Ahora:
Entre la información que conocemos común mente,
respecto a la evolución universal, está el desarrollo del cuerpo biológico de
cada existencia natural y de manera meta física, los cuerpos etéreo y el
espiritual, los cuales; en esta era de existencial, las corrientes filosóficas religiosas
las han caracterizado, en razón de
explicar teológicamente, el motivo y propósito de la vida en el universo. Por
lo que exactamente en ese punto histórico, se hace un paréntesis. Debido al
aspecto ideológico de lo teológico en la práctica filosófica para aceptar con
integridad la idea de la vida en el universo.
En ese sentido, las sociedades humanas han
establecido una visión para la relación social; en la que los parámetros de
interrelación social, clasifican el nivel de existencia social que nos ubica en
el orden evolutivo.
Asumir desde ese punto de vista el ser universal, es
ahondar en el centro energético emocional del cuerpo biológico, para transmitir
desde el cuerpo etéreo, una señal al cuerpo espiritual; con la que se entre en
conexión con el cuerpo universal.
Por eso de forma inconsciente decimos; hay que
sentir con el corazón para hacernos reconocer en la existencia universal.
Por que de hacerlo consciente ante la humanidad, proyectaríamos una luz incandescente que apocaría la claridad natural del nivel evolutivo del semejante, cuya consecuencia conllevaría costos personales,; que solo mediante la fortaleza espiritual, se alcanzaría el temple que blinda la existencia de quien asuma el ser espiritual.
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