Tres etapas sociopolíticas venezolana y un amanecer en esperanza

Después del proceso independentista y sus formulaciones, en lo delante de 1821, se inician con la instauración de las repúblicas libres del conglomerado de provincias coloniales de la américa del sur; que tuvo por nombre: la gran Colombia, la centralización del poder republicano, hasta 1830. En la que; tras la separación de Venezuela, comienza la etapa de libertad republicana; que hasta la fecha presente, constituye; en el devenir, una sociedad de mescolanza racial y de costumbres híbridas, en razón de encontrar el camino del desarrollo en el progreso de la identidad económica, social y política.

En la etapa, como provincia colonial hispánica, la población; dentro de las figuras, súbditos, esclavos, mestizo, pardos, mantuanos, blancos, negros e indios, desde 1498 a 1811, hace del desarrollo, una visión tributaria monárquica, donde el producto de los esfuerzos, proporcionalmente; debía repartirse con el poder imperial español.

Pero posterior a la fecha de 1811, el desarrollo comienza a ser apreciado distinto y aparece el criterio negociación en la distribución.

Ahí la hegemonía cultural de la colonia, impide; que los planteamientos distributivos sean aceptados para la discusión.

Haciendo ello, entre otros, un estado de confrontación; que impone, con el orden social y político, las costumbres económicas, en materia tributaria.

Hasta 1821; que en guerra de independencia, comienza un orden social y político de ligero corte republicano, hasta 1830, que cierra la primera etapa histórica, con la apertura, de las nuevas repúblicas a consecuencia de la desmembración del orden centralizado del poder de las colonias liberadas del imperio español.

Es decir; 322 años de desarrollo colonial en la sociedad hispánica, había decidido girar hacia las libertades republicanas; que el mundo europeo ofrecía, dentro de un orden social distinto a lo configurado en el estado monárquico imperante.

El ciudadano como única figura de pre ponderación social y el estado de derechos políticos, sociales y económicos, estructurados, en un estamento constitucional, para garantizar el orden rector del nuevo desarrollo. Imponía, con la visión social, económica y política. Un individuo con derecho.

Así se le da comienzo a la siguiente etapa histórica de la sociedad venezolana; la figura presidencial, en el orden ejecutivo, el congreso de la república, como regulador y vigilante de la igualdad de derecho y el rector judicial, como corte suprema de justicia; implantan el desarrollo del proceso republicano en la naciente república; que se desenvuelve, entre contradicciones y conspiraciones, propias de un estado sin visión consolidada.

Varios presidentes, congresos y congresantes intervinieron en el interperante desarrollopolítico.

Hasta 1935; que inicia el orden republicano de carácter democrático representativo.

La república buscaba adaptar el sistema con el final de la etapa republicana anárquica de corte guerrerista dictatorial y pensamiento militarista monárquico.

La etapa que comenzaba, hace de la oportunidad, la diferencia entre desarrollo heroico republicano para el progreso social y económico y la visión democrática de pensamiento social; que abraza el desarrollo en la transformación del hombre para su avance, mediante la adquisición de nuevas técnicas de producción; que conlleva la estructuración de una infra-estructura (fuerzas productivas) para la formación de la estructura y la super-estructura (instituciones y pensamiento para el cambio de desarrollo), que haga el orden social y político, con un estado promotor de iniciativas para el desarrollo económico de la sociedad; que redunde, en el bienestar de la gente, en la salud, seguridad y bienes y servicios.

La sociedad de la época, contó con un estado en proceso de consolidación institucional; que dentro del orden democrático parlamentario, desarrollaba el pensamiento del concierto mayoritario de la población para la decisión de la nación republicana instaurada.

La organización para el trabajo de los nuevos medios de producción, hacía su importancia, en la canalización de las necesidades e inquietudes ante las comisiones legislativas del congreso de la republica.

El área de la agricultura y la industria formó dos polos de desarrollo económico. Y con ello, la visión de un país integrado por la gente organizada para el progreso de un desarrollo sostenido y sustentable.

Fue entonces, cuando en 1945, las barreras sociales ceden hacia la apertura de las grandes mayorías de ciudadanos en busca de la integración, en la igualdad social, política y económica para el género.

Hasta 1958, por la interrupción transitoria de 1946; que reaparece en el poder, la visión hegemónica militarista, que monopoliza las decisiones sociales y ejecuta la visión de nación totalitaria para el desarrollo, con un estado de progreso económico sin articulación social.

Pero el impulso socio político del momento integrador, alcanzó a reconocer, la importancia de la gente para el desarrollo y promueve la modificación estamentaria en el parlamento.

Promulgando en 1961, una nueva constitución de vocación democrática popular, en la que más allá del sufragio para el género por igual, contempló la necesidad igualitaria en todo el ámbito de la vida social.

Una nueva etapa se abría para aquella sociedad; que había sido mancipada con 400 años de esclavitud colonial.

El momento era sin duda; el cierre de un pensamiento con correspondencia a la hegemonía colonial, porque el totalitarismo como práctica de desarrollo, es el desconocimiento del pensamiento humano para iniciar el progreso y la continuidad del orden monárquico sin articulación social.

Esa nueva etapa en la sociedad, conocía otros rumbos del camino para el desarrollo; el petróleo, la agricultura, la educación, la salud, y la minería, eran los pilares del progreso económico que impulsaría la organización social diseñadas en sectores o segmentos para lo habitacional y laboral, que alcanzarían los esfuerzosde inversión en las áreas destinadas.

Hubo un plan serio y viable que las fuerzas políticas decidieron impulsar mediante acuerdos partidistas y toda la institucionalidad.

Así se le dio comienzo a la gran labor para el desarrollo, cinco tesis políticas sin distingo partidista fue el factor común, y la razón fundamental en ese aspecto; enlazarse.

Aún cuando, en el concierto de las preferencias electorales, la participación estuviera en visiones administrativas distintas. Porque la intención era clara; el desarrollo.

De esa forma transcurrieron veinte y cinco años de progreso del plan para el desarrollo; escuelas, universidades, hospitales, carreteras, auto pistas, puertos, aéreo puertos, urbanismos, desarrollos habitacionales, tecnológicos, plantas eléctricas: termo e hidro, con capacidad para la industrialización, empleos, industrias, régimen financieros con sistemas bancarios, se hicieron realidad para una demografía de diez y siete millones de habitantes, con la  formación de dos millones de técnicos y egresados universitarios.

Así comenzó 1986, con gran desacierto administrativo, por el endeudamiento, pero con un activo, superior a cincuenta veces el compromiso nacional e internacional.

Fue el momento más controversial de la etapa en desplazamiento; las preferencias electorales inclinadas al retorno del pleno empleo y la masificación de la vivienda, optó por el gran viraje, como se le llamó al plan que había de sustituir a que en marcha se cumplía y en 1988, las urnas electorales comiciales, arrojaron una clara decisión.

La población se inclinó a reencontrase con la Venezuela saudita que había significado el periodo administrativo de 1973 al 78. Pero eso no fue posible, la visión de desarrollo era otra, los tecnócratas hablaron en parábolas para expresar; que la nueva inversión sería atendida con prioridad y el gasto social, con recesión por varios años, hasta que el resultado fuera de lluvia incesante hacia las grandes mayorías.

Es decir; cuando las áreas macroeconómicas se llenaran, desbordaría riqueza a los pobres. Ahí la incertidumbre y el rumor político, como una figura anti política, afectaron la institucionalidad, principalmente, los partidos políticos, como órganos de canalización de protesto social. Con lo que factores insurgentes, promovieron una fractura del orden político y social.

Febrero de 1989 fue enigmático, el salto anárquico de la población y las bajas militares y civiles, fue el paso cumplido para que la sedición militar humedeciera el paladar en contacto con el castro comunismo, presente en la toma de posesión del gobierno entrante; en el hotel Eurobuildin, hotel del momento, se presentó el plan de alzamiento militar, por el sector recalcitrante civil del comunismo venezolano; en la que su representación enfocó la aventura, en busca de apoyo del barbaza del caribe; quien la represa, considerando la propuesta del pacto de SanJosé por el gobierno entrante.

La democracia más consolidada de américa latina, era el objetivo; por lo que no era fácil la respuesta para la ambición política presentada.

La cuarta república, era el nombre del plan hecho libro y editado con tinta roja en los talleres habaneros colombianos y financiados para la distribución en caracas por la editorial de un conocido jurista, que con desacierto se ejecutó, sin comandos civiles reales, ni unidades militares completas, porque retrocedieron ante la desorganización y la clara evidencia de fracaso.

La intentona solo produjo muertos y una gran incertidumbre en los mandos militares, pero con los privados de libertad, militares y civiles, se presionó en el mundo político, para la salida del gobierno al presidente electo, quien depuesto por las cámaras legislativas ante la evidente investigación por hechos dudosos administrativos, es sancionado a prisión y trasladado a su residencia por alegato de edad de vida avanzada.

El encargado; el congreso procedió a nombrarlo y concluyó el período convocando a elecciones.

Iniciado así otro período constitucional, a objeto de tranquilizar el país, sobre cedieron la causa de los presos por rebelión militar y en libertad plena, unos se incorporaron al gobierno y otros al mundo político.

La historia para el progreso hacia el desarrollo había cerrado en 1998, daba la impresión que había una etapa social que iniciaba para continuar el trabajo en una dirección distinta, pero los hechos comenzaron a mostrar que no era un progreso de una etapa iniciada, sino la decadencia del período histórico que estaba en marcha, la culminación de todo, mediante un proceso constituyente y la asamblea constituyente.

Eso fue el cierre del período constitucional que heredó la anarquía y el inicio de una visión de progreso totalitaria militarista encarnada de los viejos aprendizajes monárquico para alcanzar el desarrollo, porque en ella está enmarcada la contradicción de una asamblea nacional constituyente, que tiene por finalidad establecer el fundamento de continuar en el progreso, personalizando el pensamiento ideológico de una corriente social, en correspondencia dequien obtuvo el titulo de libertador en el proceso independentista de 1811 a 1821.

La Constitución Bolivariana de Venezuela, comienza por obligar a los ciudadanos a la alienación del pensamiento y en consecuencia a afectar su libertad, con la parcialidad de criterio para con el fundamento ideológico del estamento constitucional, porque priva, la razón de libertad social de pensamiento democrático, como la libertad de pensamiento al individuo social, cuando  traslada al individuo social de derechos sociales, económico y políticos a la figura súbdita por borrar al ciudadano republicano para construir el ciudadano bolivariano.

El hombre robinsón de todos los tiempos, fenece en la actual constitución, esa y otras contradicciones de orden jurídico, han hecho el choque cultural que ha registrado el congelamiento del desarrollo social, con el progreso de la confrontación política en la lucha por desintegrar las bases de un estado constituido, por otro que no tiene definición.

Una locura administrativa y legislativa en el afán de controlar el desorden social, desesperadamente; marcha al cierre de la etapa, en esperanza de la voluntad de las grandes mayorías de un país, que aspira un renacer social, con el final de la etapa histórica que termina.