Abuso y efecto

Tratar el problema del uso indebido o del exceso de forma en la actitud de proceder, precisa tomar en cuenta los valores con el que el aprendizaje construye la conducta del individuo

Porque pareciera indudable; que el abuso pudiera tratarse como anti valor por contradecir el respeto a lo normal que establece la costumbre hecha norma.

Sin embargo, debemos observar; que todo individuo responde a la creencia con la cual formó su proceder.

Ya que como sabemos, se actúa por lo que se cree; es el comportamiento natural o la respuesta del aprendizaje.

En tal sentido, cuando se está frente a un exceso; quien excede rompe con la norma y agrede la costumbre, pero al mismo tiempo; tras culturiza con el mensaje implícito en el exceso. Lo que genera un impacto en la costumbre establecida del individuo receptor.

Pero cuando el abuso es observado con la critica en defensa de los valores establecidos, el mensaje invasor se interrumpe y la costumbre se mantiene, pero sin en contrario, él permanece, se produce la dualidad de información en la enseñanza y beligerantemente logra aceptación como posible norma sustituta de la costumbre.

Por consiguiente; quien abusa una norma o costumbre ó acepta el abuso, se aliena a la anarquía, a la forma sin orden, en contradicción a su constitución natural, que posee una disciplina en el comportamiento
Morfo genético

Porque el comportamiento natural, dictamina la costumbre a seguir de forma armónica en la preservación de la forma.

Ya que si ello se rompe o no se toma en consideración, se contradice lo natural y se promueve el roce que acelera el desgaste celular de los cuerpos naturales y como consecuencia, se activa la transformación natural (entropía), que da paso a otro orden de composición genético de la forma natural humana.

Por lo que a manera de ejemplo, narro un aprendizaje que por añadidura obtuve: en la adolescencia un amigo observó: hay que respetar la forma de cepillarse los dientes, como se hace el acto de comer; se llevan los alimentos a la boca, se mastican hasta hacerlos delgados, permitiendo se envuelvan con la saliva, para que el proceso de la alimentación se cumpla. Ahí pregunté: cual es la relación con el aseo dental, Bueno, contestó el amigo, la disciplina y continuó; el organismo está ordenado y su funcionamiento responde a ello. El no cumplimiento o inobservancia, introduce una orden que él no posee y entonces, constituye uno distinto. Tal como el aseo bucal. Los gérmenes y aminoácidos de los alimentos se alojan en las paredes de los dientes, produciendo un ambiente nocivo para su forma; casi al instante de administrarlo. Ahí la disciplina del aseo homologa con el proceso de la alimentación, porque debe hacerse siguiendo lo natural.

El abuso entonces, puede ser un agente del desorden y quien lo adopte, introduce una información contraria al comportamiento natural del orden que abrasa la costumbre del funcionamiento de los cuerpos.Sobre viniendo, la alarma natural de la forma celular que conocemos como malda, mejor conocida como enfermedad.