El Quinto Sol
Vendemos pero no vendemos, hay pero no vendemos y
compro pero no puedo, son referencias de una explicación de lo que puede hacer
el irrespeto de las leyes naturales a la economía de un país.
Desde los años 2000, en Venezuela se inició entre la
gente del país, una campaña para hacer ver, una realidad ficticia como real,
sin tomar en cuenta; que lo natural no es invento del hombre, porque en el hombre
hay actos naturales que hacen lo real y entre ellos están las preferencias y ellas están
de forma particular en cada quien; que coincidencia mente se enlazan en
segmentos para hacer las tendencias con la que se constituye el mercado de los
bienes y servicios que está, en la necesidad de la gente en cualquier actividad
económica.
Porque de ello, sale el comportamiento del mercado;
que de su estudio, se va conociendo lo que requiere la gente en las diferentes
ambientes culturales.
Los esquimales por ejemplo: no
demandan prendas de vestir para baño de sol, puesto que en esos lugares, la luz
solar es escasa y entre los latinos americanos, el consumos de caloría es menor
por las altas calorías ambientales; pero si entre los esquimales se plantea; que cambiará
la perpendicularidad de los rayos solares y en lo adelante el lugar será bañado
de luz solar y ello convertirá la región en liquida, seguramente no lo creerán,
pero si el que hace la campaña hace una ley que obligue a aceptarlo, es
probable que haya epidemia pulmonar por el uso de bikinis para el baño de sol y
en un tiempo mediato, hayan bikinis pero nadie los compraría porque la
necesidad requiere medicinas e igual para el caso latino americano, porque el
aumento del consumo de calorías, como el cacao; que es propio de la zona, los enfermaría y
la demanda disminuirá, pero la oferta aumentará para exportarla a los esquimales, en
vez de ropa para baño de sol.
Lo que puede hacer pensar; que en Venezuela estamos
enfermos de tristeza, porque no encontramos el mar de la felicidad, que histriónicamente
se indujo a segmentos sociales, sin tomar en consideración; que la economía es
real, aun que las preferencias de la gente se interfieren, pero su naturaleza; ante
el acontecimiento, espontáneamente reacciona para encontrar un habitad en los
mercados a la que pertenece.
Por eso, es que tal vez estemos contraídos al ser el
reflejo económico, similar a la enfermedad que se aqueja y la sanación; a la
libertad de la oferta y la demanda que hace la confianza que forma la tendencia
que requiere el mercado.
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