Menti-cidio Estatal Fracciona Dialogo

Desde hace tiempo, la práctica de los cidios en el discurso político nacional, se trasladó al argot parlamentario gubernamental para dividir la sociedad venezolana.

Términos como, magni-cidios, eco-cidios, ministe-cidios, pronto-cidios, alcadi-cidios, han abierto los centimetraje de prensa para titular la noticia crimen del que hacer nacional gubernamental.

Los cuales dejan un estela multicolor y supra sonora en los espectros radioeléctricos, dónde hacen estruendos en el ambiente oyente y televisivo a objeto de alarmantemente, informar el posible suceso crimen, que tratan de evitar, mediante los grandes aparatos de seguridad del estado venezolano; que tienen por resolver el 90 % de los 180.000 homicidios de los últimos 14 años.

Eso, aunque muchos han sido los casos, en la que la denuncia infundada, construye una información sin veracidad, que contradice las normas de información.

Donde misiles atómicos, agua aire, fusiles especiales para tiros a grandísima distancia y submarinos supersónicos invisibles, se han citado y cibernéticamente mostrado sin algún responsable con que se haya podido sentar una investigación del cidio usado para calificar el hecho posible, por parte de los factores “ultra derecha” con existencia política en el país.

Haciendo únicamente blanco, en la seriedad del cuadro político gubernamental; que debe tener una nación en progreso.

Cuando se recurre a lo falaz, para entregar una respuesta de lo que ocurre, se sostiene el carácter bandido de la personalidad.

Eso es lo que se construye con la mediocridad patética de la anti política administrativa del estado venezolano.

Porque sí sus encargados recurren al disfraz de victima para encarar una responsabilidad; se corrompe todo.

Ya que mientras tanto, sectores se preguntan; que será lo que hacen los acreedores o posibles inversionistas o simplemente los subalternos, ante la parodia en la que los han hecho cómplice de la estafa política.

Probablemente, confundirse en la reparación de los hechos, pero en cierta forma, se paralizan.

La mentira descarada y psicopática asusta, enajena. Al ella traer como mensaje indirecto; que estamos en manos de un loco de atar.

El menti-cidio gubernamental se está llevando todo y el costo social y económico de la nación, llegará al techo sin fin; que es el incendio donde todo se quema.

Ahora; se ha materializado la cita de unos personeros sociales y políticos que son señalados de actuar en unos presuntos hechos con relación a unos cidios que supuestamente se mencionan cibernéticamente en unos correos electrónicos.

Ante eso hay que decir: Prefabricar delitos para maltratar la imagen del que solicita, reclama, denuncia, son prácticas inquisidoras que en este siglo la humanidad ha resuelto superar, pero es el caso, que acá en Venezuela, la resolución es incriminar de herejía, cómo en la edad Media: a quienes planteen la reforma de las leyes, acomodándoles otra ley interpretada para acusarlos de hereje y así llevarlos a la hoguera de las cárceles de fosforito.

Todos conocemos el resultado de ese proceso histórico inquisidor y por muy tarde que se presentó la solución en ese momento, hubo justicia bárbara que cobraron los hechos, pero que aún se lamenta.

Por eso es recomendable, que revisemos con seriedad lo que se está haciendo en la actualidad, para que la decencia lleve a la sensatez y conduzca las respuestas de las exigencias sociales.

El fracaso no es una derrota, sino una equivocación que puede enmendarse con respuestas actuales que dan factores de retorno, como la retirada en la batalla, que conlleva a preservarse para la reorganización. Así, está la renuncia; que inteligentemente llama a un comenzar.

Pero el resistir para evitar el desplazamiento, produciendo heridas morales; conducen a la barbaridad del pasado inquisidor donde gana Satanás que es el que alimenta la iniquidad en el ser para apartarlo de la razón esencial.

La naturaleza del hombre es perfectible y la tendencia de él es hacia adelante. Así es la evolución, con tropiezos, pero en avanzada, no hay forma de adelantarla acelerarla, retrocederla o detenerla. La ilusión de contradecir lo natural, coloca en contraposición de lo divino y por ende contra Dios. Reconocer es armonizar para encontrarse con el hecho, el producto, el resultado, como elemento productivo.

Amarse de valor, para enfrentar el miedo que te convoca el ego para disfrazar con la mentira los hechos reales; es hacer un acto de unión.

Aprovecharse del momento para hipócritamente ser, es la miseria humana que dibuja el egoísmo, la envidia, la perversidad y la venganza en el comportamiento social, que adolece de bondad, equidad, solidaridad, consideración y honestidad, por la concupiscencia en el carácter personal.

El presente es hoy, no el de ayer o el de mañana. No, nos caigamos a embuste. Permítase la luz.