Sin correspondencia se transforma el elemento de la relación

Tal como conocemos del término correspondencia, él conceptualiza la misiva que porta el mensaje escrito, que viaja al destino remitido para enlazar a distancia, la comunicación que infiere entre el remitente y el remisor de la correspondencia.

Así corresponde con lo que se trasmite del pensamiento que emana del sentir la necesidad de conexión para expresar, el mensaje intrínseco entre los agentes en correspondencia.

Porque la correspondencia en sí, es todo acto que tiene vinculación con otro para identificar la conexión derivada de la necesidad de corresponder en el reconocimiento de la existencia natural.

Cuando se corresponde, se mantiene el vinculo de conexión; que es lo que hace la correspondencia de forma indirecta, aparte; de portar el mensaje plasmado en la misma. Y eso, tiene que ver de forma directa con la conexión universal, porque en el universo todo está en correspondencia para el propósito de la existencia.

Por eso decimos, todo tiene que ver con todo, nada es aislado del proceso de evolución, cuya razón es el crecer para expandirse, hasta que se de lugar a otra célula, en continuidad de la existencia.

Por consiguiente; las relaciones de cualquier finalidad, están enlazadas al principio de correspondencia universal, para así, garantizar la existencia del vínculo de unión que corresponde a la razón de permanencia.

Ya que pertenecemos a un sistema que enlaza muchos sub-sistemas para la funcionalidad, entre ellos; el de la correspondencia.

Cuando un elemento de cualquier sub-sistema deja que su acto corresponda a sí; ha roto la correspondencia del sub-sistema al cual pertenece y por consiguiente; el vínculo de su conexión posee una dirección en función de su desarrollo individual para crecer.

Lo que corresponde a un sub-sistema distinto, dentro de la evolución del sistema general.

Porque nada queda aislado, ni nada puede aislarse en la existencia natural.

Cuando existe una ruptura de una conexión a un sub-sistema, el sistema general transforma la existencia del elemento desvinculado sal sub-sistema y lo vincula a otro para continuar en la concatenación del proceso evolutivo.

Ese ciclo en el cual inicia el producto de la transformación del elemento desvinculado del sub-sistema, se ubica en una dimensión superior a la que tendrá que adaptarse para cumplir con el propósito de la evolución.

De tal manera; que la correspondencia hace la importancia sin indispensabilidad de los elementos, y se efectúa; en el espacio donde esa nueva naturaleza corresponde para el desarrollo.